
El doctor (1891) de Luke Fildes
Estimada Mª Luisa,
Soy otro de tus Médicos de familia. Sí, no te sorprendas, sé que cada paciente tiene un solo Médico de familia, pero lo cierto es que los que elegimos esta especialidad de alguna forma nos sentimos los Médicos de familia de cada una de las personas de esta sociedad.
Te escribo porque imagino que debes sentirte bastante desorientada en estos momentos. Si siempre nos vanagloriamos de lograr con nuestros pacientes una relación de confianza, ahora mismo debe ser bastante difícil mantenerla por tu parte.
Y es que no es fácil de entender que tus diferentes médicos (no todos estos que te escribimos, sino a los que de verdad visitas y que se dedican a diferentes especialidades) te digan, expliquen y recomienden cosas tan diferentes en sus consultas. Unos te dicen que “este medicamento te va a venir muy bien para tu artrosis”, otros que “probablemente no te mejore nada, que no ha demostrado nada”…
No creas, a mí también me resulta difícil entenderlo. Cuando empecé la carrera y ni siquiera cuando empecé esta especialidad, no esperaba encontrarme el mundo tan complejo que vive en el submundo de la Medicina, ese lleno de intereses, de industrias que se acercan a los médicos y tratan de influirlos (y muchas veces logran). Ese submundo repleto de expertos que proclaman verdades opuestas a lo que todos leemos en la evidencia científica, de toneladas de información tan difícil a veces de procesar por ser tan contradictoria, de peleas y disputas internas (y a veces no tan internas, que les has oído tú hablar a tus médicos sobre lo mal que lo hacen sus compañeros) entre médicos de diferentes especialidades, sociedades científicas, asociaciones de pacientes…
Cómo puede ser tan difícil si hoy en día los artículos y los estudios que leemos todos son los mismos… Yo también me lo pregunto, Mª Luisa. ¿Nos habremos olvidado de que al final nuestro único cometido es asesorarte y ayudarte para que tu salud sea la mejor posible?
En esta ocasión, después de lo del Sintrom, lo que ha vuelto a enfrentarnos es el tratamiento de tu artrosis. Con la de veces que hemos hablado del tema y te he explicado que esos medicamentos que te había ofrecido otro compañero no habían demostrado por el momento una gran eficacia. Cuando ya habíamos decidido que no íbamos a empezar a tomar unos medicamentos porque no estaba nada claro que te pudiesen ayudar.
Y resulta que ahora te enteras que unos compañeros míos, expertos en la materia y pertenecientes a la misma Sociedad Científica que yo, de la que tanto me enorgullezco, promocionan el uso de estos medicamentos en el tratamiento para tu artrosis.
¿Pero no te había explicado yo que incluso algunos de los más prestigiosos institutos recomendaban no usarlos?
No es fácil de entender, Mª Luisa. Y no espero con esta carta que lo entiendas, cuando ni siquiera nosotros mismos lo logramos en ocasiones. Pero sí quiero prometerte que pelearé porque en el futuro esta situación mejore y sobre todo por poder recuperar y seguir manteniendo nuestra confianza mutua.
Un abrazo y hasta la próxima consulta.
Otro Médico de Familia. Orgulloso de serlo.
Estimada Mª Luisa. Comprendo que estas dos cartas te han dejado el cuerpo un tanto «larri» y la cabeza hecha un bombo. Yo solo quiero decirte que te fíes de estos compañeros. Tienen mas razón que un santo. Y que a pesar de las dudas, no dudes. Fíate de ellos porque son gente sabia, no tiene dobleces ocultos y sobre todo son SENSATOS
Gracias Rafa!
Por suerte tanto M Luisa como una gran mayoría de nuestros pacientes son también sabios y sensatos…
Muy bien escrita la carta. Una pena que tengamos que explicar a los pacientes que hay una parte de médicos que no utilizan la evidencia en su quehacer diario por diferentes circunstancias. Los médicos de familia debemos orientar a los pacientes hacia el mejor tratamiento para cada paciente en función de la mejor evidencia científica disponible. Y debemos aprovechar que, además, tenemos la confianza del paciente. Es frecuente que las sociedades científicas tengan conflictos de intereses, que a veces, provocan una información sesgada. El objetivo debería ser independencia e información basada en la evidencia por nuestros pacientes. Un saludo.
Gracias en primer lugar!
El que los médicos tengamos diferentes criterios a la hora de enfocar problemas de salud o tratarlos puede ser difícil de explicar, pero es un hecho y si debajo lleva un proceso de razonamiento lógico, es absolutamente razonable y normal.
Lo que debería ser inexplicable es que en ese proceso intervengan factores ajenos a la evidencia científica, las circunstancias, el paciente… factores cuando menos cuestionables y que se alejan de los principios de no maleficencia, autonomía, justicia y beneficencia. Esto no deberíamos tolerarlo los sanitarios ni la sociedad.
Confiemos en que este cuestionamiento público al que nos sumamos cada vez más personas desemboque en cambios, y que estas situaciones estén cada vez menos normalizadas.
Un saludo!
Muy linda carta, como médico general atendiendo a niños, adolescentes, adultos y adultos mayores, como dicen en otros comentarios es bueno utilizar la confianza que tenemos con pacientes cuando llevamos largo tiempo con ellos para indicarles el tratamiento más idóneo para su determinada necesidad de salud.
Saludos desde Chile,
Médico General
Cristina Saldias.
Muchísimas gracias! Todo un honor que nos lean desde Chile.
Compartimos la idea acerca de lo esencial del respeto y la confianza en la relación con nuestros pacientes, y la importancia de recordar a menudo la tarea que supone ganarlos y lo fácil que puede resultar perderlos. A seguir trabajando cada día para que se mantengan!
Un saludo.