Ante el conflicto que se está transparentando en torno a la elaboración de la lista de sustituciones en Osakidetza, y en medio de ataques políticos de los partidos y un extraño silencio sindical atribuido a que los sindicatos tienen afiliados en los 2 bandos, desde la Sociedad Vasca de Medicina de Familia y Comunitaria OSATZEN (que también tiene socios aprobados y suspendidos) queremos aportar que quizá se debería pensar un poco más en los pacientes y en el estado actual y futuro del SVS – OSAKIDETZA.

Se está hablando de quién debería de hacer las sustituciones en el sistema sanitario.

En el sistema sanitario trabaja mayoritariamente gente madura y con experiencia y por lo tanto nuestra apuesta es que, pensando en los pacientes y en el futuro, se permita que las plazas de sustituciones se pongan al alcance de los que han demostrado mejor preparación en conocimientos  aunque tengan poca experiencia.

En todos los baremos cuentan conocimientos, antigüedad y otros méritos, como euskera, por lo que la lista única sólo daría más peso a  antigüedad y otros, en detrimento de los conocimientos  más actuales y renovados demostrados por  los que han aprobado el examen.

Globalmente, pero no exclusivamente, han podido aprobar el examen profesionales que frente a la experiencia de los mayores se identifican como JASP, jóvenes actualmente sobradamente preparados a los que solo hace falta que el sistema les dé una oportunidad.

Pero insistimos, puesto que  la plantilla de Osakidetza  está bastante envejecida ¿cómo se piensa rejuvenecerla  de cara a servir más adecuadamente a las necesidades de los pacientes dentro de 10 años si la mayoría de los profesionales vamos a tener de 60 años para arriba?

En segundo lugar aprovechamos para manifestar que  recortar en sustituciones, sea cual sea el sistema elegido, supone un escaso ahorro en el presupuesto global de Osakidetza. Nos parece mucho más rentable el ahorro con una política de uso racional del medicamentos y tecnología diagnóstica y haciendo frente a la corriente actual de la medicalización de la vida cotidiana.

Un profesional trabajando sin la sobrecarga asistencial que supone suplir a los compañeros ausentes es mucho más eficaz  y resolutivo. Y además  utilizará mucho mejor los recursos de que dispone Osakidetza lo que conseguirá un ahorro presupuestario mucho más lógico que los recortes indiscriminados de personal.

Por eso desde Osatzen apostamos por la contratación como una estrategia de ahorro.

Y reclamamos  además, de partidos y sindicatos, que en lugar de mirar sólo los intereses de sus afiliados se preocupen más por los pacientes y su salud.